El Siglo de Las Luces (s. XVIII)

 El s. XVIII representa un hito importante en la Historia de Europa y España. Es el fin de la Edad Moderna y el punto de partida para la Modernidad. Difícilmente se entenderían las transformaciones económicas, políticas y sociales sin los planteamientos ilustrados, sus ideas y espíritu de reformas, sus críticas hacia el Antiguo Régimen y la apertura de nuevos aires e ideas, que serán tomados por otros para transformar -más tarde- en profundidad las maneras de subsistir, otras formas sociales y gobernanzas que habían prevalecido durante las centurias anteriores.
En el siguiente vídeo se repasan estos aspectos desde la perspectiva española.

Grandes Conceptos de la Historia

Cuando se aborda la Historia, más allá de los detalles o curiosidades (que pueden ser apasionantes y motivadores), es preciso ordenar y clasificar los contenidos atendiendo a diferentes bloques conceptuales, que de alguna manera aglutinan las grandes parcelas de la existencia humana: nuestras formas de vida y subsistencia, organización entre nosotros y formas de regir nuestros destinos, así como las producciones materiales y espirituales que hemos generado y generamos a lo lago del tiempo. No es otra cosa que lo que científicamente  denominamos Economía, Sociedad, Política y Cultura. Eso es en realidad lo que pretendemos comprender en cada una de las etapas históricas que estudiamos y las diferentes civilizaciones. Por ello debemos incidir en los conceptos, para conocer y comprender qué abarcan y cuál es su verdadero contenido y sentido del estudio. Para la Historia es esencial ese planteamiento, sobre todo esos factores van dejando posos muy diversos que nos proyectan como individuos y pueblos, con semejanzas y diferencias, pero que a fin de cuentas son la esencia del ser humano: porque el objetivo de la Historia y de las Ciencias Sociales no es otro que el de entender al hombre en el espacio y en el tiempo, su existencia, formas de vida y motivaciones para hacerla de una u otra manera. Cómo vamos forjando existencias, de qué manera y por qué razones.

Lo más importante es que nosotros seamos capaces de hacer una reflexión personal y una definición propia de dichos conceptos, que elaboraremos en la medida que nuestros conocimientos previos son amplios y suficientes; simplemente hay que pensar en lo que sabemos y organizar esos pensamientos, y nos daremos cuenta de que esos términos (tan fáciles y tan complicados) son los pilares de la vida y de la Historia, y cuando estudiamos los romanos o la Edad Media, lo único que hacemos es intentar descubrir como desarrollaban ellos esas cuestiones y por qué. Es una tarea completamente interesante y satisfactoria.

Las Fuentes Históricas

La Historia es apasionante, todos lo sabemos. Día a día estudiamos diferentes temas que nos permiten comprender el pasado y el presente, acercarnos a pueblos y civilizaciones, a diferentes aspectos de cada una de ellas, como la sociedad, la política, la economía. Sin embargo, la mayor parte de las veces lo hacemos a través de estudios y análisis enjundiosos que nos facilitan los historiadores, que nos ofrecen ya la interpretación de un hecho histórico determinado. A veces ni reparamos en lo auténticamente esencia, que son las fuentes, la materia prima de la que se obtiene el conocimiento histórico. Obviamente no es una cuestión fácil de conocer ni tratar, pues son muchas y diversas, cada una con su complejidad y posibilidad de ofrecer diferentes datos. Pero en todo caso es preciso conocer algunas y reflexionar sobre ellas, pues nos permitirán comprender que el auténtico goce de la Historia se encuentra en descubrir fuentes -para hacer la Historia- y ser capaces de analizarlas y comprenderlas, para que seamos nosotros conscientes de que la Historia se construye día a día: de lo más relevante y de lo menos importante, pero a fin de cuentas todo es Historia. Existen multitud de clasificaciones, y aquí pongo una para que se conozcan los aspectos esenciales.